Función 3421
Función 3421
El calor
gira y gira
nuestros cuerpos
como esos
kebabs nocturnos
que comíamos
en Madrid,
hace mil años.
A mí me gusta
porque duermes
desnuda.
Y así,
puedo admirar
tu piel,
rozada por
los primeros rayos.
Y planear
como desplegaré
mi comparsa
de dedos, labios
y aliados varios,
por tu espalda,
tus interminables
piernas.
Para
acabar
en el
manantial
del que
surgen
todas
mis palabras.