Saber y perder
Saber y perder
Ni algo tan enorme
pudo detener
el tic tac,
ni yo fui tan valiente
para que trascendiera
lo humanamente
soportable.
Mierda de especie,
que tanto tolera.
La amargura,
y la cólera,
se fueron diluyendo
en la perplejidad.
Y me laceré
en el ansía
de buscar respuestas,
hasta que entendí
que dar con la pregunta
era una derrota asumible.
Aprendí mucho.
Qué pena
que tanto
me importe ya
tan poco.